Capítulo 2: Primer fin de semana en Londres.

06.10.2013 23:52

Ha sido el primer fin de semana en mucho tiempo que no bebo ni gota de alcohol ni salgo de fiesta…uff que duro.

El sábado lo he dedicado a hacer la mudanza, unas 19 paradas de metro con todas las maletas…un infierno. Después de esto fui a Primark a comprar todo lo necesario, edredón, almohada, fundas para la camay la almohada y algunas perchas.

Una vez desechas las maletas y ordenado todo un poco fui a comprar un cenicero para mi habitación, cervezas, cocacolas, comida y detergente para lavar la ropa. Así que ha sido un sábado de recaditos y de andar de un lado a otro en metro, en el que calculo que habré perdido cerca de 2 horas…

Hoy domingo mañana de relax y por la tarde he quedado para comprar una bici por 35 libras. La he visto a través de Gumtree e imagino que será robada, porque el mismo tío anuncia varias bicis con pinta de valer más de 200 libras por muy poco dinero…pero bueno yo me hago el loco con este tema.

Finalmente se confirman mis sospechas sobre la bici y voy a dedicarle un parrillo…

Quedo a la 4pm en la calle Coper Lane en Leyton (zona chunga). Bajo del metro y ando unos 20 minutos hasta encontrar la calle (gracias a Google Maps) y cuando llego llamo al hombre para decirle que estoy ahí, a lo que me responde que me dirija al número 69 de dicha calle.

Tras andar unos minutillos me encuentro con el número, típica casa residencial y antes de llamar a la puerta le llamo y me dice que espere 10 minutos que está llegando (menos mal que no toco el timbre).

Tras unos 15 minutos me vuelve a llamar diciendo que llega en 10 minutos otra vez…espero y a los 15 minutos vuelve a llamar diciendo que está en 5 minutos…Sé que el hombre estará ocupado ejerciendo su oficio así que decido esperar.

Finalmente, sobre las 5pm, mientras espero sentado en un bordillo aparece un niño inglés, rubio y gordo en bicicleta, casi ni llegaba a los pedales de la bici.

Se dirige a mi diciendo “are you waiting for a bike?), a lo que respondo, YES. Se vuelve a dirigir a mí y creo entender que me dice que le siga hasta la esquina de la calle, y yo le sigo.

El niño gordo se baja de la bici y abre una furgoneta con unas cuantas bicis y me dice que elija. Después me dice que si quiero la suya y le digo que sí. Le pago las 35 libras pactadas y me voy con su bici por donde había venido.

En esta transacción comercial el único adulto que interviene soy yo así que imagino que para evitar problemas con la poli mandarían al niño gordo a hacer los recados.

Tema: Capítulo 2: Primer fin de semana en Londres.

No se encontraron comentarios.

Nuevo comentario